Y encima las mujeres se quejan... pss!
Si pones a una mujer en el pedestal y la proteges de todos los
males, eres un cerdo machista; si te quedas en casa y haces el
trabajo del hogar, eres un marica.
Si un hombre asciende en la empresa antes que una mujer, es
favoritismo; si es ella la que asciende, es igualdad de
oportunidades.
Si trabajas demasiado, no tienes tiempo para ella; si trabajas poco,
eres un vago y un inútil.
Si ella tiene un trabajo aburrido y repetitivo con un sueldo bajo es
explotación; si él tiene un trabajo aburrido y repetitivo con un
sueldo bajo debería mover el culo y hacer algo mejor.
Si le decís lo linda que está, es acoso sexual; si no se lo decís,
es la típica indiferencia machista.
Si lloras, eres un cagón; si no un imbécil insensible.
Si un hombre le pega a una mujer, es violencia doméstica; si una
mujer le pega a un hombre, es defensa propia.
Si él toma una decisión sin consultarle a ella, es machismo; si ella
toma una decisión sin consultarle a él, es que es una mujer
liberada.
Si él le pide a ella que haga algo que no quiere hacer, es
dominación; si ella se lo pide a él, es un favor.
Si sabes apreciar sus curvas y el encanto de su ropa interior, eres
un pervertido; si no te das cuenta de eso, eres un maricón.
Si nos gustan las mujeres que se cuidan y se arreglan, somos
sexistas; si no nos importan esos detalles, somos poco románticos.
Si intentas cuidarte, eres un vanidoso; si no, un adán.
Si le regalas flores, es que buscas algo; si no se las regalas, se
te olvidó su cumpleaños.
Si estás orgulloso de tus éxitos, eres un creído; si no lo estás,
eres un conformista.
Si le pedís echar un polvo, no censas más que en sexo; pero si estás
destrozado después de un mal día de trabajo, no te preocupas por sus
necesidades.
Si a ella le duele la cabeza, es porque está cansada; si te duele a
vos, es por que ya no la quieres.
Si te gusta hacerlo demasiado a menudo, eres un sacado; si no lo
haces muy seguido, seguro que hay otra.